Tras 18 meses de trabajo, el Parlamento Europeo ha dado el visto bueno a una serie de recomendaciones para que la Comisión y a los países miembro de la Unión intensifiquen sus esfuerzos para respetar el bienestar animal durante el transporte, actualizar las normas europeas y nombren a un comisario europeo responsable del bienestar animal.

Según los eurodiputados, el bienestar de los animales vivos durante los viajes debería estar garantizado por una normativa comunitaria específica, vigente desde 2005, pero no es así, toda vez que la comisión de investigación de la Eurocámara, creada en junio de 2020 para examinar supuestas infracciones de la legislación europea, concluyó que las disposiciones de la UE en este area no siempre se cumplen en los Estados miembros.

Este órgano estima que las vulneraciones más claras tienen que ver con la falta de espacio, el suministro de agua y alimento, el traslado de animales no adecuados para el transporte y el hacinamiento, así como por la utilización de vehículos inapropiados y que, en ocasiones, el transporte tiene lugar bajo temperaturas extremas y durante períodos prolongados.

En concreto, el Parlamento pide que el tiempo de viaje de los animales hasta el matadero no supere las ocho horas, cuatro horas en el caso de las hembras en el último tercio de gestación. Las crías lactantes de menos de cuatro semanas tampoco deberían ser transportadas, excepto por los ganaderos y en una distancia inferior de 50 kilómetros. Así mismo, se pretende regular la instalación de cámaras en los vehículos de transporte, en particular para las operaciones de carga y descarga.

De igual modo, la Cámara pide a los Estados miembros que inspeccionen todas las exportaciones de ganado para garantizar que los animales están alimentados e hidratados, que los bebederos funcionan correctamente y que hay suficiente espacio. La exportación de animales vivos solo debe autorizarse, si cumple con los estándares europeos de bienestar animal.

Finalmente, los eurodiputados abogan por una transición hacia un sistema más eficiente y ético, que favorezca el transporte de semen y embriones sobre el de ganado reproductor, así de canales y carne en lugar de animales para ser sacrificados.

En esta misma línea, se exige a la Comisión que presente, como tarde en 2023, un plan de acción para apoyar dicha transición, incluyendo una propuesta con fondos específicos para minimizar el impacto socioeconómico de los cambios necesarios.